lunes, 10 de noviembre de 2008

Sobre las promesas

Las promesas son una tentación, he prometido tantas cosas y quizá muy pocas las he cumplido. No sé que tienen de seductoras, será que traen consigo una dosis de sentido esperanzador porque creemos las más de las veces -quizá ingenuamente- que aquello que se promete es factible de ser cumplido. Pese a que suelo prometer cosas, algunas promesas me cuesta trabajo comprenderlas, sobre todo aquellas que ostentan una caducidad indeterminada; el matrimonio por ejemplo, sé que algunos lo llevan y les viene bien, realmente no sé en que medida la promesa convenida se cumpla a cabalidad. La verdad nunca he prometido nada de esa magnitud, curiosamente le tengo miedo a esa clase de compromisos.

El punto es que esta es una noche de promesas, he resuleto prometerme muchas cosas, quiero pedir que me prometan otras tantas, confieso que nada de lo que quiero prometer y que me sea prometido parece ser factible; pero prometo que haré todo lo posible por no prometer imposibles.

No hay comentarios: