viernes, 30 de octubre de 2009

Va por el Negrito

A David lo conocí por teléfono, pocas mañanas he tenido tan inciertas como aquella en que marqué a los teléfonos de radio UdG. Que quería estudiar locución le dije, y él sin titubear me constestó -"No vayas a una escuelucha donde sólo te van a quitar tu dinero, ven yo te invito a la radio, tu reporteas y yo a cambio te enseño todo lo que necesitas saber"- y fui a la radio, y cuando llegué al piso 12 del chorizo de concreto, pregunté por David Guerrero y de pronto recordé que no sabía cómo era, porque nunca lo había visto, así que estaba muy a la expectativa. Pasados unos minutitos, oí retumbar una voz allá al fondo de los pasillos, y entonces me dije, "ese es, suena igualito al que me contestó el teléfono", y sí, era él que para no hacerla cansada, me mando a buscarme una exposición de lo que yo quisiera y le escribiera una nota, que para ver si sabía escribir, que se la llevara en cuanto la tuviera.

Cuando tuve lista la nota, se la llevé, la leyó le corrigió unas cuantas cosas y me dijo, "vente sígueme", me metió a un cuartito lleno de aparatos, era la Cabina de Grabación A de Radio UdG, "pásale" me dijo, "ponte estos audífonos, siéntate o párate, como tú quieras", cuando hube decidido, me ajustó el micrófono, se fue al otro lado de la cabina y me dijo "Habla, a esto se le dice dar nivel"... Con todo y que no me lo creía, a una semana más o menos de pensar en estudiar locución, me encontraba grabando mi primera nota que salió al aire el día siguiente, ese día me convertí en reportera de La Cuenta de los Guías, y David en mi mentor.


Mi llegada a la radio fue un azar afortunado, mi interacción con David demasiado valiosa, divertida, retadora, demandante, novedosa, conocer a David fue el principio para conocerme a mí misma en función de mi vida radiofónica. Cada sesión de grabación era un descubrimiento, sobre todo cuando me tocaba verlo a él y a Hugo García trabajar juntos; ese momento en que el Negro se ponía frente al micrófono es una imagen, pero sobre todo un sonido que tengo muy presente, su voz fue y será un referente en mi universo sonoro.
Ayer se murió el Negro, me lo dijeron por la mañana, hacía mucho que no lo veía; todo el jueves fue día de duelo, yo quería volver a la radio y que trabajaramos juntos como lo hicimos por primera vez hace casi 10 años, pero él ya no pudo quedarse... no quise ir a la funeraria, porque para mí David está en la radio, ahí donde lo conocí y donde retumban sus pasos de cada vez que corría entre cartelera y cartelera, entre un spot para el fonógrafo y otro para la cuenta de los guías, ahi es donde lo veo diciéndome "no te desesperes Almita, ahorita grabamos"... siempre que me veía me gritaba Almita, allá desde el fondo de algún pasillo.
Me siento conforme, porque siempre le dije que me había cambiado la vida, él lo sabía, quizá porque notó lo perdida que andaba aquel día al teléfono decidió salvarme, quién sabe, me gusta imaginármelo así.
David Guerrero ha muerto, su cuerpo ya no estará más, pero bendita sea esta tecnología, este oficio que cultivó, porque nos permite conservar su voz, y poder escucharlo... lo sigo escuchando.

2 comentarios:

Celestina Tercioipelo dijo...

Ay, señora, ayer quise, toda la tarde y sin éxito, hacerme un campito para llamar y darle el pésame.

Ya que no se pudo, lo hago por acá. Un abrazo. Y qué fortuna que haya sido tu maestro.

:)

Por otro lado, agradezco infinitamente la hospitalidad del sábado pasado. No se imaginan lo feliz que fui (o más bien, deben de tenerlo clarísimo, considerando que fui la última en irse).

¡Te quiero!

yorkperry dijo...

Siempre duele cuando un profesional del medio, tan integro y con ese don de gente se nos va.

En mayo se nos fue Rigo Mora, ahora el negro...

Pero uno se queda con esa sensación de absoluto agradecimiento con la vida por haber coincidido...

un abrazo