Ya tengo veintinueve y me siento nostálgicamente feliz, pido disculpas por la distancia que ahora me separa de unos, agradezco la cercanía y la compresión de otros con quienes guardo una complicidad que no se mide por la cantidad de encuentros, sino por nuestra devoción hacia las mismas cosas, por los mismos versos, porque hay armonías que me los recuerdan todo el tiempo, y cada vez que los veo es como si estuviéramos juntos siempre. Esta noche brindo por otro 23 de octubre… feliz cumpleaños Alma.
1 comentario:
Jajajaja, a ver, ¿de dónde sacó el Supi esos girasoles y esos corazoncitos?
Eso que mencionas de las devociones y la cantidad de encuentros... es la mera neta.
Lista para festejar, señora. Y ni falta que hace que le diga cuánto la quiero.
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