Mi hermano es hijo único

El amor fraternal es chido, es especial, es raro, es polémico, es desamor, es desesperante, a veces es abusivo. Eccio y Manrico son increíbles, son hermanos de neta, son diferentes y muy iguales. No es una peli de política, ésta es sólo un pretexto que sirve para explorar cómo nos molestamos los hermanos, cómo nos envidiamos, cómo nos peleamos, y cómo nos protegemos. Eccio es fascista, Manrico comunista. Eccio siempre ha pensado que Marico es el favorito, Eccio es rebelde, es noble. Manrico es galán, es osado, es mujeriego, tiene una novia que se llama Francesca.

Eccio y Manrico son idealistas, son agitadores; sólo que Eccio es más ecuánime y está enamorado de Francesca. Y una termina enamorádose de los dos, porque son hermanos, porque se quieren, porque aman a su familia y sus ideales, porque los dos aman a una misma mujer, aunque Eccio se la merece más; pero ella no lo ama. Los hermanos nos retan, nos dan valor, nos solapan, nos olvidan y nos recuerdan, nos contradicen, pero nunca nos dejan.